lunes, 24 de octubre de 2011

supercerebral

mi cuerpo de hosca figura que parece fuerte
de frágil frágil camino y
trágico
como el topo que busca la salida para que una y otra vez,
se le caiga encima.
el trágico topo.

martes, 18 de octubre de 2011

Se agradece...

I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde
filoso de la noche.

III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona
el viento en el umbral.

VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé.
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola.
Hay alguien aquí que tiembla.

XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.

XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.

XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.
Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba
no vi otra cosa que a mí misma.

XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.

XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra
la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo,
he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.

una vez más



me asomo a tus ojos
me parapeto en la frontera de mis anteojos
oscuros por el sol que perdura en el cansancio del día.

me detengo
me retengo
me reprimo

para volver
sentada en el auto a tu lado
hecha tripa, tres, nudo
de nuestras contradicciones

todo lo demás
es silencio

viernes, 7 de octubre de 2011

Marc Chagall


Tardías ofrendas



Relajar la piel


tengo que andar con estos pies
(salir como los rayos de la luna,
en cuclillas.)

amar con esta piel
(al calor del sueño que no cesa)

descubrir el mundo con estas manos
(al calor del despertar de pesadillas)

empezar a estirar los dedos,

descubrir mis manos

tocar la tierra con mis pies.

Y preparar la piel
llena de cicatrices 
(que fueron heridas)
para que la sangre brote nuevamente

tras la dulce agonía del placer
Ayer, en Mendoza, se condenó a algunos de sus asesinos. Asesinos de éste, como de tantos y tantas otras poetas que daban la vida porque su poesía dejara de doler: Paco Urondo


Mi confianza se apoya en el profundo desprecio
por este mundo desgraciado
Le daré la vida
para que nada siga como está”.

jueves, 6 de octubre de 2011

Curación

MI amiga María, tras sus bostezos de sienta lenta, me decía: - necesito una cura de sueño...

Quizás hoy le respondiera
- necesito una cura de vida.

...que me desate los pies y las manos,
que me desarme los huesos, de a uno
y me resquebraje el dormir
sin soñar.

I - De El libro de María


Inauguramos sección con pequeñas joyas difícilmente hallables en formato digital: poesía de Glauce Baldovín.


I

No eligió el silencio.
Quizás desde niña alguien la fue empujando.
Alguien que dijo no te tires al suelo no saltes a la soga no toques ese gato.
Alguien que hablaba mucho. Que no escuchaba.
¿Quién sabe?


Sólo ella lo sabe. O no lo sabe.
Y deambula por los puentes
se para en las estaciones a ver pasar los trenes
traza espirales en el aire.

Nadie conoce el fondo de sus ojos. Ni su espejo.
María a pasado las manos por él y lo ha dejado ciego.

Tristura

una belleza, de Camille

"Lá où je suis neé"

de obsequio para quien sepa apreciarlo....

martes, 4 de octubre de 2011

PieL

Tengo la piel encorsetada.

tengo mi vello encorsetado,

tengo la luz encorsetada en los ojos,

tengo mis pies encorsetados - como el no querido hijo de Layo-

tengo las palmas de las manos con corset.


Tengo las vértebras,

una a una

encorsetadas.


¿Entienden?

Tengo la piel encorsetada.