Inauguramos sección con pequeñas joyas difícilmente hallables en formato digital: poesía de Glauce Baldovín.
I
Quizás desde niña alguien la fue empujando.
Alguien que dijo no te tires al suelo no saltes a la soga no toques ese gato.
Alguien que hablaba mucho. Que no escuchaba.
¿Quién sabe?
Sólo ella lo sabe. O no lo sabe.
Y deambula por los puentes
se para en las estaciones a ver pasar los trenes
traza espirales en el aire.
Nadie conoce el fondo de sus ojos. Ni su espejo.
María a pasado las manos por él y lo ha dejado ciego.
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