tengo anidada en el pecho
una tristeza profunda
que se cobija bajo mis manos cerradas
no alcanzo a soltarla
como pajarito
para que me deje ir
a buscar
nuevas alegrías en el mar que poco conozco
y lo peor
es que vivo humedeciéndola
bajo estas lágrimas oscuras
que caen
cada tanto.
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